“Vete, no peques más en adelante” Show
Audios originales de:Primera LecturaDel libro del profeta IsaíasIsaías 43, 16-21
Salmo ResponsorialSal 125, 1-2ab. 2cd-3 4-5.6R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegresCuando el Señor cambió la suerte de Sión, Hasta los gentiles decían: «El Señor Que el Señor cambie nuestra suerte, Al ir, iban llorando, Segunda LecturaDe la carta del Apóstol San Pablo a los FilipensesFilipenses 3, 8-14
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN san Juan (8,1-11)“Aquel de ustedes que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”
MEDITACIÓN“Todo proceso verdadero de conversión desemboca en la Pascua, en una vida renovada, recreada por el perdón de Dios, es la alegría del pecador perdonado”Lo común a las lecturas de hoy es la mirada al futuro, a lo nuevo que surgirá de la mano de Dios, Él hace nuevas todas las cosas. La primera lectura nos muestra que la mayor obra de Dios no está en el pasado, sino en el futuro: El Dios que los rescató de Egipto, los rescatará del exilio babilónico a través de un nuevo éxodo. El salmo nos enseña que la memoria de “las grandes cosas que hizo el Señor por nosotros” debe alimentar la esperanza de que Dios seguirá obrando a favor nuestro. La segunda lectura muestra la vida de Pablo polarizada por el futuro encuentro con Cristo; no quiere detenerse porque lo que existe es nada ante el bien supremo que busca alcanzar: la comunión con Cristo, con su muerte y resurrección. En el evangelio Jesús le presenta a la mujer un futuro sin pecado, en paz y sin condenación, encontrando una continuidad con la parábola del hijo pródigo; no ya una historia ficticia, sino un encuentro personal con el Señor, donde “son sólo dos que permanecen, la miseria y la misericordia” (San Agustín, Io. Ev. Tract. 33,5). Se retiraron quienes llegaron para acusar a la mujer y a Jesús, y se queda Jesús, ya que está delante lo más precioso: esa mujer, una persona. Es la primacía del pecador ante el pecado. Antes de cualquier error, regla, juicio, caída, estamos cada uno de nosotros en el Corazón misericordioso de Dios (cf. Papa Francisco, homilía del 29 de marzo de 2019). Están los “hijos mayores”, los acusadores, quienes piden justicia y condenación. Jesús enfrenta a los acusadores con su propia realidad de pecado. Aunque, si bien el “hijo mayor” no quiso entrar a la fiesta, aquí sí dejan caer las piedras y se retiran, que tal vez sea el inicio de la conversión de quienes se creen convertidos, pues Jesús no quiere jueces sino penitentes. No hay fiesta de reconciliación, como en la parábola del hijo pródigo, sino una indicación: “no sigas pecando”, última etapa en el proceso de conversión: propósito de enmienda, de cambio de vida. La respuesta al perdón gratuito de Dios, es el propósito de no volver a pecar. Quien podría arrojar la piedra es Jesús, el que está libre de pecado, pero no lo hace porque Dios “no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (Ez 33,11), diciendo palabras de esperanza y renovación total, “vete, y en adelante no peques más” (Jn 8,11), metiéndonos en el camino de una vida nueva en paz, vida generosa y altruista, donada para la salvación del mundo (cf. Papa Francisco, ángelus del 7de abril de 2019). Todo proceso verdadero de conversión desemboca en la Pascua, en una vida renovada, recreada por el perdón de Dios, es la alegría del pecador perdonado. Lo impresionante de este texto es la salida que hace Jesús delante de personas que estaban acusando a alguien que cayó en pecado. Pero lo más maravilloso es la mirada que hace a los ojos de aquella mujer leyendo en su corazón que quería ser comprendida, perdonada y liberada. El pecado lleva a la persona a la miseria, pero la misericordia del amor es más fuerte y envuelve cualquier situación que haya ofendido a Dios. Jesús obra con compasión y tiene piedad de esta persona a quien querían matarla por ser descubierta infraganti en adulterio. Pero Jesús haciendo silencio logró que los acusadores se dieran cuenta de que primero debían mirarse cada uno a sí mismos y encontrarán que todos necesitaban también ser perdonados de tantos pecados cometidos en la vida. Jesús se pone a escribir en el suelo. Actitud de alguien que no quiere condenar, no hay agresividad ni fanatismo en su gesto, sino más bien dar una respuesta pausada y bien pensada. “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, quien sea inocente, se anime a condenar a esta mujer que está indefensa delante de ustedes. La respuesta de Jesús fue contundente, termina siendo una forma de ataque a quienes señalaban a los demás, porque nadie estaba libre de pecado para tirar la primera piedra. Finalmente se queda solo con la mujer, como el juez, le absuelve de sus pecados y le advierte para no volver a pecar, mostrando así que no vino para condenar sino para salvar al mundo. En conclusión, dentro del camino cuaresmal, en este domingo se nos invita a esperar la salvación que sólo viene de Dios, ya que sólo Él puede renovar nuestra vida. Invitación a aceptar la oportunidad de una vida nueva que el perdón de Dios nos ofrece, ya que el pecador arrepentido ya no tiene nada del pasado, pues al convertirse es una persona nueva en un mundo nuevo. En fin, es la fe, confianza ilimitada en Su Amor Misericordioso, mirando al futuro con gran esperanza porque Dios está ahí, disipando el miedo de querer volver atrás, de no querer avanzar el camino de la vida cristiana. Esta esperanza teologal purifica nuestra memoria para que dejemos definitivamente atrás nuestro pasado de pecado. Hemos sido perdonados, reconciliados con Dios por Cristo, pues nadie nos ha condenado; ya tenemos una vida nueva, libres de pecado y en comunión con Cristo. Vayamos hasta la plenitud de nuestra transformación en Él y, de camino, vivamos en alabanza permanente. SÍGUENOS Y AYÚDANOS A CRECERTE RECOMENDAMOSTu donativo es vital para mantener unpasoaldiaNO OLVIDES DEJARNOS TU OPINIÓN¿Cuál es el Evangelio del 3 de Abril 2022?A causa de él ya nada tiene valor para mí y todo lo considero como basura mientras trato de ganar a Cristo. Y quiero encontrarme en él, no llevando ya esa justicia que procede de la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, la justicia que procede de Dios y se funda en la fe.
¿Cuál fue el evangelio del domingo 3 de Abril?Lectura del santo evangelio según san Juan (8,1-11): En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
¿Cuál es el Evangelio del domingo 3?Evangelio del Día
Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
¿Qué dice el Evangelio de hoy?Aclamación antes del Evangelio
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que viendo las obras buenas que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.
|